Resiliencia. No lo había escuchado en la vida y de repente fue una palabra que se puso de moda. Se ha vuelto una de las virtudes más importantes de nuestra vida.

Pero, ¿qué es la Resiliencia?

“La resiliencia se entiende como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas”. Edith Grotberg

Ahí es nada. No es casual que una virtud como esta sea una de las primeras que tengamos que trabajar en familia.

Y es que las personas que practican la resiliencia aceptan la realidad, evitan el autoengaño y aprenden a sacar lo mejor de sí mismos en el momento que les ha tocado vivir.

¿En qué momentos aprenden los niños a ser resilientes?

Los niños también pasan por momentos de dificultades en sus pocos años de vida.

  • Cuando empiezan el colegio. Tanto si cambian de etapa y tienen que ir al instituto, como si es su primer día en infantil o cambian de colegio por cualquier motivo.  Cambiar de colegio es un gran reto para ellos. Tienen que tiene que empezar a conocer el nuevo lugar, a la gente y hacer amigos.
  • En una mudanza. Siempre se dice que hay que tener especial paciencia con los niños si hay un cambio de casa. En los días previos de los preparativos, el niño ve que las cosas que necesita están en cajas. Cuando ya os habéis mudado, entonces el niño tiene que hacerse a su nuevo hogar.

VISTUDES EN FAMILIA RESILIENCIA

Son situaciones incómodas que se deben pasar de la mejor forma posible. Estas se intensifican si al cambio de casa se añade un cambio de ciudad, de país o de idioma. Pero hay muchas otras situaciones difíciles para ellos:

  • Una separación de los padres. Esta es una situación compleja y nueva, incluso para los padres. Pero es una situación que hay que pasar de la mejor manera posible.
  • Enfermedad o muerte de un ser querido. Son situaciones que pueden trastocar la normalidad de una familia de forma profunda. Los niños suelen tardar en hacer florecer muchos de sus sentimientos.
  • Cambio social. Si una familia está pasando una crisis económica, por ejemplo, y dejan de tener algunos privilegios que tenían antes como comprar ropa de marca de ropa o salir a comer a restaurantes, los niños pueden rebelarse.
  • Suspenso o malas notas. El hecho de no ser tan bueno académicamente como lo eran antes también suele desorientarles.

Todos estas situaciones llegan de forma repentina y  cambian las rutinas y  zona de confort de una familia. Si es difícil manejarlo para un adulto, suele serlo mucho más para un niño. Por eso trabajar la resiliencia en casa ayudará a saber manejaros ene estas situaciones.

Cómo podemos trabajar la resiliencia con los niños

  • Enséñales a ser positivos incluso en los malos momentos. Quítale drama a los enfados y a las discusiones. Intentar enseñarles a ver las cosas de forma un poco más objetiva. Al final podrán ver algo bueno de cada situación.

Habla por las noche con los niños y pregúntales: ¿qué es lo que te ha gustado hoy? Seguro que hay algo, por «tonto» que sea, que les ha gustado. Responde tú con ellos las mismas preguntas. Esta es la mejor forma de enseñarles a apreciar las cosas pequeñas, pero importantes, de cada día.

  • Recuérdales que el cambio forma parte de la vida, aunque vivimos en una sociedad de la inmediatez en la que queremos tener todo bajo control. Pero los cambios van a seguir sucediendo. Cuanto mejor sea nuestra actitud en esos momentos, mayor estabilidad y mejor ejemplo daremos a nuestros hijos.
  • Es importante que les enseñes a confiar en ellos mismos. Así no tendrán en mente el «no puedo» y pondrás todo de su parte para hacerlo lo mejor posible.

En el vida habrá situaciones que derriben a nuestros hijos. La resiliencia les ayudará a levantarse y seguir luchando