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En el mundo de la crianza padres y madres a menudo nos hacemos un lío, porque no sabemos manejar situaciones que creemos conflictivas. A veces somos muy autoritarios, creyendo falsamente que así tendremos el control de la situación y que nos ganaremos el respeto del niño. Otras veces, somos demasiado amables creyendo que así el niño desarrollará una conexión amistosa con nosotros.
Me he hecho un lío
A los padres y maestros que no les gusta el control excesivo ni la permisividad excesiva, a veces no saben hacer otra cosa, y acaban moviéndose entre los dos extremos. Prueban a ser muy estrictos, rígidos, ejercen un control excesivo hasta que ya no se sienten cómodos en el papel de tiranos. Entonces cambian a tener mucha mayor permisividad, al «colegueo». Pero al final también se cansan cuando ven lo mimado y exigente que se vuelve el niño. «Me he hecho un lío», nos decimos a veces.
Ni dependientes, ni sumisos. Eduquemos a niños seguros y cooperadores.
Si no tenemos claro el estilo de crianza que queremos en nuestra familia, esto tendrá consecuencias directas en la conducta de nuestros hijos.
Las investigaciones demuestran que los niños que experimentan muchos castigos se vuelven o rebeldes o sumisos. Por el contrario, en una crianza demasiado permisiva hace que tanto el adulto como el niño sienten humillación y experimenten una co-dependencia nada saludable en lugar de desarrollar mayor seguridad en sí mismos.
¿Qué hacemos entonces?
Lograr un equilibrio entre la amabilidad y la firmeza a priori no parece fácil y a veces no lo es.
El poder educar a nuestros hijos y alumnos desde el respeto mutuo y la cooperación, incorporando firmeza con dignidad y respeto como fundamento para la enseñanza de las habilidades para la vida
es lo que llamamos Disciplina Positiva.
Me gustaría aclarar que el término Disciplina, que tanto miedo y repulsa causa, etimológicamente se refiere del latín discipulus (discípulo) seguidor de una verdad y principios o de un líder venerado.
Es ahí donde entran los padres como líderes en la educación y crianza de sus hijos. Los hijos serán seguidores con principios y valores si su motivación nace desde dentro, desde su autorregulación y autodisciplina.
Principios de la disciplina positiva
- Sé respetuoso y motivador
- Se genera conexión entre el niño y el adulto
- Este estilo de crianza tiene efectos a largo plazo
- Enseña habilidades para la vida para desarrollar un buen carácter y una socialización sana.
¿De dónde sacamos la idea de que para que un niño aprenda o se porte mejor, primero debemos hacerle sentir mal?
La amabilidad es importante para mostrar respeto hacia el niño. Los métodos permisivos, generalmente, carecen de firmeza. La firmeza es importante para mostrar respeto a nosotros mismos y al entorno. Sin embargo, los métodos autoritarios generalmente carecen de gentileza.
Me llamo Julia Casal. Mi pasión es la infancia y la familia. Tengo formación en Coaching Transpersonal, Infanto Juvenil, PNL, Disciplina Positiva en todas sus modalidades (Familia, Aula, Pareja, Empresa, Infancia, EC), e Inteligencia Emocional. Además soy instructora de Yoga para niños y familias.
Quiero formar parte de un cambio en la sociedad. Acompaño a familias en escuelas de padres, talleres, charlas y sesiones individuales. Quiero ser un altavoz para que se escuche y respete a los niños, sirviendo de guía y apoyo a sus familias. Mi deseo es transmitir mis conocimientos y ser luz en la crianza. También asesoro a emprendedoras y emprendedores que quieran cumplir sus sueños laborales. Juntos trazamos planes de desarrollo y les ayudo a cumplirlos.
Sígueme en mi cuenta de Facebook o en mi Instagram Julia Casal Coach
Me ha encantado el artículo! Me parece muy acertado e intesante. Es cierto que muchas veces nos hacemos el lío y que no es fácil encontrar ese equilibrio y es que los padres muchas veces necesitamos una guía que nos muestre ese camino en la disciplina positiva, que todos parecen saber pero que pocos sabemos aplicar. Muchas gracias por este tipo de artículos que nos dan un poquito más de luz en la educación de nuestros hijos.
Muchas gracias.
La.adolescencia me resulta muy difícil, antes era más fácil. Ahora siento que.no me.escucha, no me gustan ciertas conductas y me siento triste y decepcionada. Añoro la.niña que era.antes.
No se entienden ni ellos, tienen las hormonas revolucionadas. Ten paciencia volverá a la normalidad cuando todo se calme un poco