La responsabilidad es una de las virtudes que engrandece a una sociedad. Por eso es importante enseñarla desde bien pequeños. Luego, será más difícil trabajarla, pero no imposible.

Todos queremos tener en casa un adolescente responsable, que sepa decir que no a una cosa inadecuada aunque sus amigos le empujen a hacerlo. También que decida quedarse a estudiar en vez de irse a dar un paseo la tarde antes de un examen.

Pero la responsabilidad no llega a nuestros hijos por arte de  magia, hay que aprenderla y trabajarla en casa. Muchas veces aprenderán de los errores o de las consecuencias de la falta de responsabilidad.

Según la definición, responsabilidad es cumplir las obligaciones o cuidado al hacer o decidir algo. Esto implica también el conocimiento de que los resultados de cumplir o no las obligaciones, recaen sobre uno mismo.

Y ¿por qué es tan importante esta virtud? La responsabilidad está relacionada con ser comprometido. Les hace conscientes de que sus acciones afectan a un grupo, familia o sociedad y que tienen consecuencias (positivas o negativas).

Así, cuando vean un cartel en el césped que ponga: «Prohibido pisar», no lo pisaran. Pero si son responsables no lo pisarán por obedecer ciegamente al cartel o por pensar que les pueden multar la policía. Lo harán porque sabrán que al pisarlo se el césped se estropea o porque lo están replantando y pueden estropear los pequeños brotes.

¿Cómo podemos enseñarles a los niños la responsabilidad?

CADA UNO LLEVA LO SUYO. He visto a muchos padres en el parque o camino a casa después del cole cargando con la mochila y abrigo de sus hijos. No lo hagas. Parece una tontería pero no lo es.

Tienes que enseñarle a que cada uno debe llevar sus cosas y que ellos deben hacerse cargo de las suyas. Efectivamente es una lata llevar el abrigo en la mano cuando ya no hace frío. Pero los padres no somos percheros y al final llevamos en la mano nuestro abrigo y el de los niños.

Esto se puede hacer desde que van a la guardería. La mochila de los peques no pesa apenas, es posible que solo lleve dentro una muda o el babero. El peso, por tanto, no es un problema para ellos.

Si la mochila de los mayores pesa más, busca una solución. Cómprales una mochila con ruedas o ayúdales a llevarla entre los dos. También puedes hablar con el tutor para decirle que leva un peso en la mochila excesivo.

TENER TAREAS ASIGNADAS EN CASA. Hay muchas maneras de hacerlo. Puedes asignarles responsabilidades a cada hijo según su edad.

Por ejemplo: los pequeños de 3 años pueden encargarse de reponer el papel higiénico en el baño, los medianos de emparejar calcetines o plegar la ropa. Los mayores pueden poner lavadoras perfectamente.

Tener responsabilidades y saber que son valiosos en casa, les ayudará además a mejorar su autoestima.

CO-RESPONSABILIDAD.  Los niños aprenden lo que ven más que lo que escuchan. Por eso, en  medida de lo posible, en casa debe de haber co-responsabilidad. Los dos progenitores deben ocuparse de las tareas del hogar. Pero los niños pueden ayudar en la organización de la casa según los horarios de trabajo y sus cualidades. Cada uno debe aportar en la medida de lo posible en lo que se le da mejor.

Si todos aportamos en casa, los pequeños verán como ayudar en casa es algo de lo más normal.

SER RESPONSABLES DE NUESTROS ACTOS Y ASUMIR LAS CONSECUENCIAS CON VALENTÍA. Enseñarles responsabilidad también es no rescatarles de sus consecuencias. Tienen que aprender a asumirlas ya que ellos sos los responsables de haberlas generado.

Si tu hijo es despistado y para que no se le olvide la bolsa de gimnasia habéis puesto un cartel en la cocina recordándole qué días debe llevarla, podríais trabajar la rutina de prepararlo todo la noche anterior. Si aún así se ha dejado la bolsa de gimnasia en casa, no se la lleves tú corriendo después y llegues tarde a tu trabajo. 

Deberá aprender a decirle a su profesor con valentía que se le ha olvidado la bolsa. En realidad habrá sido su fallo y asumir las consecuencias. Eso le ayudará en el aprendizaje y al día siguiente pondrá más atención.

RESPONSABILIZARSE DE UN SER VIVO. Evidentemente tener una mascota ayuda a ser más responsables (aunque sólo si la cuidan realmente ellos). Siempre hay que encargase de las mascotas, ponerles agua y comida, y en el caso de los perros, sacarlos a pasear.

Pero un animal no es un juguete. No se puede tener cualquier animal para enseñarles a los hijos a ser responsables.  Además habrá que tenerlo cuando ya hayan demostrado que son mínimamente responsables con otras tareas del día a día.

Si quieren demostrar que pueden ser responsables de un ser vivo, una buena forma de empezar es proponiéndoles cuidar diariamente de una planta.

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