Os quiero contar cómo vivimos en Valencia las fallas, el caos que reina en la ciudad y la alegría que inunda las calles.

Las fallas de Valencia contadas por una valenciana

  • Desde el día 1 de marzo empiezan «les mascletaes», a las 14h, cada día hasta el día 19 de marzo, una impresionante masa de gente se concentra en la plaza del ayuntamiento y en sus calles aledañas para escuchar una imponente explosión de pólvora con ritmo y diferentes intensidades.
    • A diferencia de los extranjeros, los valencianos somos capaces de distinguir una buena mascletá, cada día son diferentes, y sientes cómo tu cuerpo vibra con cada masclet, y literalmente se ponen los pelos de punta con la explosión final.
  • Las calles se llenan de puestos de churros y buñuelos, puedes encontrar uno en cada esquina.
    • A los valencianos nos encantan los buñuelos de calabaza.
  • Prácticamente todas las calles de la ciudad quedan cortadas al tráfico, y en cada cruce de calles se «planta» una falla, y un «casal fallero» que es donde se reúnen todas las personas que pertenecen a esa falla.
    • A los valencianos nos encanta andar por el asfalto, las aceras nos dan alergia durante esos días, y si un coche necesita acceder a su garaje, que se cargue de paciencia porque deberá ir al ritmo de los transeúntes.
  • Hay personas vestidas con el traje fallero por todas partes, y los días 17 y 18 todas las fallas participan en la ofrenda, llevando flores a la Virgen de los Desamparados «La Geperudeta». Una inmensa imagen de la Virgen que va vistiendo su manto con los ramos que todas las falleras le llevan.
    • A los valencianos nos encanta la ofrenda, somos capaces de estar durante horas «plantados» en la calle mirando a las falleras pasar y pasar, sin perder detalle de los trajes, los niños y las bandas de música.
  • Hacemos concursos de paellas en la calle, a mediodía o por la noche, depende de cada falla.
    • A los valencianos no nos importa que la paella esa noche salga mal, lo importante es que no falte la sangría ni el aperitivo!
  • Los niños y los mayores tiramos petardos
    • Los niños valencianos tiran petardos casi antes de saber andar, cuando son muy pequeñitos tiran «bombetas» que son petardos sin mecha, cuando tienen unos 5/6 años, ya pueden iniciarse en petardos con mecha, se inician con los «chinitos» y las «fuentes» y cuando van cumpliendo años ya pueden tirar «carpinteros», «falleros» y por último «masclets», aunque para eso han de ser muy mayores.
  • Por las noches hacen el castillo, mucha gente se concentra alrededor del río para ver los fuegos artificiales
    • Los valencianos sabemos que no podemos ir a ver el castillo debajo de los puentes del río porque al terminar, siempre hay unos «locos» que tiran unos petardos llamados «borrachos» que van detrás del movimiento, son peligrosos y hay que tener cuidado con ellos.
  • La prenda de sport en días de fallas es el blusón, estos son de estampados muy diversos: rayas, flores, motas…todo vale. La «panyola» es de cuadros azules, algunas veces son de un color liso que combine con el blusón.
    • A los valencianos nos encanta la panyola, también cuando somos mayores, no es de turistas, es de verdad. Nos gusta llevarlo siempre, atado al cuello, en la cabeza, convertido en mochila…
  • No hay nada como el caloret faller, las fallas se viven en la calle, se come, se merienda, se cena y se descansa en la calle.
    • A los valencianos nos encanta tumbarnos al sol valenciano y descansar en uno de nuestros muchos jardines. 

Y así son nuestras fiestas, el momento que esperamos todo el año y que aquí vivimos de una forma especial, a nuestra manera, a la valenciana.