El bizcocho en una de esas recetas básicas que todos tenemos en casa. Puede que sea una de las primeras recetas que nos atrevimos a elaborar solos cuando quisimos empezar a meter mano en la cocina.
Tengo que admitir que desde que me emancipé, la receta del bizcocho era la que más se me resistía. O me quedaba crudo por dentro, o churrascado por fuera, agrietado, hundido, o me rebosaba del molde … me ha pasado de todo.
Confieso que lo di por imposible hasta que llamé desesperadamente a mi gran amiga y cocinera Ester Curado del blog de cocina Coeur de Cocotte
Me dio varios tips que quiero compartir con vosotros para que, no solo os salga un bizcocho decente, si no que os salga el bizcocho perfecto.
Para empezar sed conscientes de los tiempos. Si tienes que tener el bizcocho listo a una hora concreta, cuenta con que necesitarás al menos una hora (entre precalentar, mezclar los ingredientes y el tiempo de horneado) para prepararlo.
Ingredientes para un bizcocho perfecto
Toda receta de bizcocho tiene como base estos ingredientes: huevos, harina, azúcar, aceite/mantequilla y una pizca de sal. Luego puedes agregarles saborizantes como ralladura de limón, naranja o esencia de vainilla, … También se le puede añadir leche o yogurt, según la receta.
- Dedica un tiempo previo a pesar todos los ingredientes. Es importante tenerlos preparados antes de empezar.
- Lo primero que tienes que hacer es sacar los huevos de la nevera para tenerlos a temperatura ambiente.
- Tamiza siempre la harina para que el bizcocho sea más esponjoso.
- Si usas harina integral ten en cuenta que el bizcocho te quedará más seco.
- Si añades frutas harás que la zona que están alrededor de ellas estén más húmedas. Para que esto no pase mezcla las frutas con un poco de harina.
- Nunca utilices trozos de fruta congelada porque el bizcocho te quedará crudo. Debes descongelarlas la noche anterior y escurrirlas.
- Mantequilla, aceite de oliva o aceite de girasol. ¿Qué es mejor?
La mantequilla aporta más sabor a la receta pero debe estar a temperatura ambiente para poder trabajarla bien. Si no te ha dado tiempo a sacarla de la nevera, no la metas en el microondas para derretirla, hervirá y se evaporará el agua que contiene. Te vamos a contar un truco; Calienta un vaso con agua en el microondas, tira el agua cuando ya esté caliente. Dale la vuelta a ese vaso caliente y ponlo encima de tu mantequilla. Eso hará que se ablande.
El aceite de oliva es muy graso así que puede puede que tu bizcocho suba menos. Si optas por aceite de oliva, utiliza uno que sea de calidad.
Cómo integro los ingredientes para hacer un bizcocho perfecto
- Bate los huevos aireándolos para que la masa sea más esponjosa. Un buen truco es montar a punto de nieve las claras y las yemas por separado
- Junta las yemas con 2/3 de azúcar de la receta. Esto hace que las yemas se blanqueen. Añade el aceite o mantequilla. Y si tu receta lleva leche o esencia de vainilla este es el momento de incorporarlo y batirlo también.
- Una vez tengas esta masa lista, incorpórale la claras con 1/3 de azúcar que te quedaba y la harina tamizada. Pero esta vez no batas, mézclalo todo con una espátula.
Qué molde uso para hacer un bizcocho perfecto
- Lo primero es saber que tienes que llenar el molde solo a 2/3 de su capacidad. Recuerda que luego la masa sube y se puede derramar en el horno.
- Una buena opción son los moldes desmontables, pero no olvides poner una bandeja de horno debajo por si tiene alguna fuga de masa.
- Mejor los moldes de metal que los de silicona. Te dan más estabilidad y además distribuyen mejor el calor.
- También puedes utilizar una bandeja-molde de pirex. Con este material puedes cortar el bizcocho directamente en el molde porque no se te va a rallar.
- El molde tipo Bundt (con el agujero en el medio) es ideal para que no te quede crudo por dentro
- Acuérdate de ponerle papel de horno en el molde para poder sacar el bizcocho sin problemas. Si humedeces un poco el papel y lo escurres acoplará mucho mejor en el molde también. Otra opción es untar el molde con aceite/mantequilla y harina.
- Existen unas tiras que se humedecen con agua fría y se colocan alrededor del molde para que la masa del bizcocho suba uniformemente y estén perfectamente nivelados evitando que los centros del bizcocho estén más altos o agrietados.
Horno y temperatura para un bizcocho perfecto
- Precalienta el horno como mínimo 20 minutos antes a la temperatura que luego vas a hornear. Si en tu receta pone que hay que hornear el bizcocho a 180º no precalientes en horno a más temperatura. A veces pensamos que es buena idea para ahorrar unos minutos a esos 20 del precalentamiento. Lo que en realidad conseguiremos al sobrecalentar es un cocinado diferencial, es decir, se creará una costra por fuera y quedará excesivamente blando por dentro.
- Tienes que conocer perfectamente tu horno. No todos funcionan igual. Los hornos eléctricos tienen una temperatura más constante que los de llama.
- Recuerda que los bizcochos necesitan un tiempo aproximado de entre 35-40 minutos para hornearse.
- Si utilizas el ventilador del horno hará que el calor sea más uniforme.
- Para que te quede un bizcocho con una capa crujiente por arriba espolvorea un poco de azúcar en el último minuto de horno (al minuto 38) y súbele un poco la temperatura.
- Recuerda no abrir mucho la puerta del horno o tu bizcocho se desinflará.
- Si sacas el bizcocho del horno y te das cuenta de que está crudo por dentro ¡no puedes volver a meterlo dentro! Antes de que te pase eso pincha el bizcocho dentro del horno cuando hayan pasado unos 35 min. Si al pincharlo con una brocheta sale limpia y seca es que está listo.
- Una vez tengas el bizcocho hecho dentro del horno (lo has pinchado y sale seco), apágalo, deja la puertecita del horno entre abierta y déjalo 5 minutos más dentro.
- Pasados estos 5 minutos sácalo del horno y déjalo reposar 5 minutos más antes de desmontarlo. Sácalo del molde, dale la vuelta y déjalo reposar unos minutos sobre la rejilla.
¿Has tomado nota de todos los consejos de Ester? ¡Ahora toca ponerlos en práctica!