Desde que nacen nuestros hijos, los pediatras nos aconsejan marcarles unas rutinas. Es una forma de hacerles sentir más seguros en este nuevo mundo al que acaben de llegar.

Dicho y hecho. Nuestro bebé cambia nuestros horarios por completo y empezamos a establecer rutinas diarias: desayuno, aseo, siesta 1, paseo 1, comida, siesta2, paseo2, baño, cena y a dormir. Poco a poco, van asimilando que después del paseo 1 toca la comida, y que después del baño relajarse y llenar la barriguita. Por último, después de la cena hay que dormir.

Las rutinas reconfortan a los bebés, y a nosotros nos ayudan a organizarnos mejor cada día. Aunque, de vez en cuando, necesites salir de la rutina (en Navidad, por ejemplo) y sea un auténtico caos.

Pero ¿qué pasa con las rutinas cuando los niños van creciendo?

Cuando los niños crecen nos olvidamos de las rutinas. Son más mayores y son más a moldeables a los cambios. No es tan importante si un día cenan media hora antes o después. No van a hacer un berrinche por tener hambre. Como mucho abrirán la nevera y se servirán algo.

A veces pasamos de ser esclavos de las rutinas cuando son bebés a vivir sin ellas cuando los niños son un poco más mayores.

Vivir a expensas de lo que otra persona tienen en su mente y no te lo comunica da auténtica ansiedad. Hoy hay ducha, pero mañana no; hoy comemos a las 20:00h, mañana a las 22:00h…

Las rutinas ayudan a los niños a anticipar los acontecimientos, a llevar una vida ordenada y les aporta confianza, también cuando van creciendo. Además, las rutinas te ayudan a evitar conflictos que surgen en el día a día. <Os dejo aquí un video del psicólogo Alberto Soler hablando sobre las rutinas con los niños.>

Seguro que más de una vez tus peques han estado 1 hora desayunado y luego se han ido al cole sin hacer la cama; se han ido a dormir sin lavarse los dientes; o no encuentran el momento para ir a la ducha por que lo que están haciendo es «lo más interesante que hay en el mundo mundial».

Ayúdales a recordar las rutinas

Cansada de entrar en conflicto a diario por estos temas, y con la necesidad de ahorrarme la explicación de siempre tener que recordar qué hay que hacer en cada momento, decidí hacer este cool tip que comparto con vosotras:

Se trata de unas tarjetas de rutinas para cada uno de mis hijos. A veces son rutinas diferentes, ya que tienen edades diferentes.

TARJETAS DE RUTINAS:

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Explícales las rutinas que vais a trabajar en casa diariamente. Colócalas por orden, en un lugar visible y accesible para ellos.

Cada tarjeta explica en el reverso una rutina a realizar (también está su pictografía para los que no sepan leer aún) y en el anverso te marca que la has conseguido. Tus hijos sólo tienen que ir a la tarjeta de la rutina y girarla una vez hayan realizado esa tarea.

A nosotros nos ha ayudado muchísimo a ir marcando un ritmo de actividades, e incluso les ha beneficiado en su autonomía.

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Os podéis descargar aquí las tarjetas de las rutinas en 3 colores diferentes. La idea es que cada niño tenga su color.

Imprímelas y selecciona las que necesites para tus rutinas, pega el anverso y el reverso de modo que cada rutina tenga en la parte de detrás una estrella y la palabra «¡hecho!». Perfóralas y ponles una cuerdecita. Pégalas en la pared a su altura para que ellos puedan girarlas sin dificultad.

Si os ha gustado el cool tip que hacemos en casa para que los peques sigan sus rutinas, no olvides compartirlo. Coméntanos si te ha servido nuestro consejo o si incluirías alguna tarjeta más que necesites.