Empezaré este post diciendo que yo soy una persona tímida y que la timidez es un rasgo que nos acompaña de por vida. Me gustaría también destacar la diferencia entre timidez e introversión, aunque van muy ligadas no son lo mismo.
Un niño tímido siente vergüenza al exponerse a situaciones sociales desconocidas (fuera de su zona de confort) y la persona introvertida directamente no se expone a esas situaciones.
Es labor de los padres de un niño tímido intentar ayudarle por todos los medios convertirse en un valiente.
Nos enfrentamos día a día a situaciones que nos dan vergüenza y nos ponen la cara colorada, pero un tímido valiente aprende a aguantar como un campeón, a ignorar los calores de su cara y a continuar la conversación como si nada estuviese pasando.
¿Cómo me convertí en una tímida-valiente?
He de decir que tengo que agradecer y mucho a mis padres todo lo que hicieron por mí en este sentido, son pautas sencillas, pero muy difíciles de llevar a cabo porque ves a tu hijo sufrir, y eso no es plato de buen gusto para ningún padre.
- Exponer gradualmente al niño a situaciones desconocidas (pedir la cuenta en un bar, pagar el pan en el horno, preguntar donde están los baños…). No es fácil pero el niño tiene que verte firme en eso, tiene que saber que si él no lo hace, nadie lo hará, no te puedes ablandar.
- Invitar a muchos niños a casa: y con esto no me refiero a sus mejores amigos, (los tímidos tendemos a tener excelentes amigos que contamos con los dedos de la mano). Hay que invitar a la hija de una amiga, a una prima que apenas ve, a las vecinas, a amigos de clase con los que no trata tan a menudo….le vas sacando de su zona de confort sin que se de mucha cuenta.
- Mandarlos a campamentos donde no conozcan a mucha gente. Cuando yo tenía 13 años mi madre me mando un mes a Irlanda, pero no me mandó con mis hermanos, ni con amigos, no, me mandó con una agencia de Madrid que le había recomendado la prima de una amiga, el caso es que me fui un mes a una familia con niños madrileños que no conocía en absoluto, lloré lo que no está escrito cuando me lo contó, pero sabéis que…fue uno de los mejores veranos de mi vida, y a día de hoy mantengo 2 amigas de aquel extraordinario verano.
- Obligarle a saludar, a despedirse y a dar las gracias: La palabra obligación suena fuerte, pero sí, hay que obligarle, porque si de normal un niño no suele saludar cuando llega a los sitios, un niño tímido ni te digo, además la gente adulta es la que más vergüenza les da, hay que dejarle claro que esto son normas de educación y que son de obligado cumplimiento.
- Utilizar una frase mantra, la que mi madre siempre utilizó conmigo era
«VERGÜENZA SOLO PARA LAS COSAS MALAS»
y a día de hoy me la digo a mi misma cada vez que siento que algo me supera. Repite al niño esta frase muchas veces, que la interiorice, la frase que elijas le acompañará toda la vida y le dará fuerza.
- No herir su sensibilidad: decirle a un tímido que es tímido, o que es antipático, o que se está poniendo rojo es lo peor que puedes hacer, le bajas la autoestima y le haces un poquito menos valiente.
- No excusarle ante la gente mientras el niño te escucha haciendo alusión a su timidez, (la típica frase que habremos oído mil veces, es que es muy tímido y nunca saluda…) el niño lo oye y va auto etiquetándose de tímido excusándose cada vez que no se atreve a hacer algo por su timidez. Que nunca deje de hacer algo por ese motivo.
- No reñirle en público cuando no saluda o no quiere enfrentarse a la situación que le has propuesto, ya hablarás más tarde con él, a solas, y le explicarás que no te ha gustado que no haya hecho eso, que ha de esforzarse y que » VERGÜENZA SOLO PARA LAS COSAS MALAS».
Ahora soy yo la madre de una niña tímida, ahora es cuando valoro todo lo que mi madre hizo por convertirme en una VALIENTE, y lo digo con mayúsculas, SOY UNA VALIENTE y solo espero poder hacer de mi hija UNA TÍMIDA VALIENTE que pueda alcanzar todas sus metas sin la barrera de la timidez.
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Aquí os dejo unos enlaces muy interesantes que tratan este tema y nos han gustado mucho:
